Tributo a mi maestra Rosa

Hoy me he sentido triste por la noticia del fallecimiento de mi maestra Rosa María Golez, de quien aprendí la enorme posibilidad sonora que brindan los cuencos tibetanos, las sensaciones particulares que brindan los tambores y los instrumentos ancestrales, el asombro ante la grave voz del didgeridoo, y otros instrumentos de viento primitivos... y el  sublime encanto de nuestra voz como instrumento sanador.
Aprendí a compartir con ella y mis compañeras momentos mágicos envueltos en sonidos y ondas de amor.
Que adentro tenemos todo un mundo sonoro para dar y compartir transmitiendo a los demás amor, paz, tranquilidad en medio de un atormentado mundo lleno de preocupaciones.
Aprendí a amar este trabajo. Ella siempre estuvo atenta a mis necesidades especiales por mi discapacidad.
Aprendí a luchar con alegría, y actitud positiva con los contratiempos de la vida.
Mi recuerdo, gratitud y saludo AHOO  !!